MARÍA RIPOLL publica DOS MUJERES DESNUDAS

MARÍA RIPOLL publica DOS MUJERES DESNUDAS

La directora María Ripoll, una de las directoras colaboradoras del Master de Central de Cine acaba de publicar el libro de relatos ‘Dos mujeres desnudas’ que firma junto con Elisenda Roca.

RESUMEN

Un libro que reivindica a la mujer de la mano de dos autoras poderosas. La directora más taquillera de la historia del cine español, Maria Ripoll, y la reconocida periodista, escritora y directora teatral, Elisenda Roca, se unen en este libro para dar voz a las mujeres. Como buenas amigas y vecinas, quedaban en la terraza de Maria o en casa de Elisenda y, a menudo, de la charla salían historias de distintas mujeres, increíbles, potentes y divertidas. «Esto deberíamos escribirlo», decían. Y aquí lo tenéis. Dos mujeres desnudas es el retrato de veintisiete mujeres que desnudan, sin complejos, su realidad delante de vuestros ojos.

En Central de cine hemos querido hacerle algunas preguntas a María para nuestro blog.

CENTRAL DE CINE: ¿Que te ha aportado la experiencia de escribir un libro de relatos?

MARÍA RIPOLL: Es la primera vez que me enfrento a la pagina en blanco y al reto de escribir un libro. DOS MUJERES DESNUDAS son 27 relatos donde la mujer es la protagonista y está escrito en el juego mirar y ser miradas, las protagonistas son personas y personaje, mujeres que miran a otras mujeres y mujeres que son miradas en un juego de espejos, dejando  al descubierto muchas de las cosas que nos unen como mujeres y también otras que convierte cada experiencia en única e irrepetible. En cada relato las protagonistas desvelan diferentes capas de su existencia, el trabajo, la familia, la pareja, el erotismo, la soledad, la amistad y el sexo, mucho sexo… DOS MUJERES DESNUDAS es un acto de sinceridad, nos hemos desnudado para, de alguna forma, exponer nuestra  fuerza, fragilidad, defectos, humor y, en definitiva, nuestra esencia.

M.R.: Escribir es un trabajo de mucha soledad y dirigir una película es totalmente un trabajo de equipo. Desde siempre he trabajado en cine y cuando empezamos a colaborar Elisenda Roca y yo para elaborar la escaleta del libro, pensé que haríamos el mismo trabajo que con mis guionistas; proponer los temas, desarrollarlos conjuntamente y dar notas. Pero no ha sido así, cada una ha escrito sus relatos en su casa y en su soledad. Al principio me salían los demonios, las voces del no seré capaz, pero al final le encontré el gustillo a esa soledad, y sobretodo a dejar salir a esas mujeres con esa imperiosa necesidad de hablar, de mostrar su desnudo emocional y su verdad.  Cuando Rosa Moya, la editora,  me vino a buscar  para escribir un libro, debo confesar que me aterraba solo la idea de ponerme a escribir, pero pensé, que si la vida me ofrecía esta oportunidad, ¡era porque de ello iba a aprender algo!.   Y sí,  ahora pienso que ha valido realmente la pena, he sufrido y disfrutado a partes iguales, pero sobretodo ha sido un proceso del que me siento especialmente orgullosa.

M.R.: Cada relato puede ser un reflejo de una realidad en la que pueden reconocerse tanto las lectoras como los lectores. Es un libro que abarca muchas realidades y muchas vidas que no han sido contadas,  y aunque no sean relatos autobiográficos, estas mujeres de ficción son muy reales, mujeres imperfectas perfectamente reconocibles. Hay protagonistas adolescentes, alguna que ya ha cumplido los ochenta; no importa la edad, todas desde su perspectiva y con su voz propia nos cuentan su historia, casi todas de segundas oportunidades y que las cosas sí pueden cambiar. El libro es ameno, de relatos cortos,  se lee rápido, hay humor y amor, sexo y, sobre todo, mucha verdad.